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Historia de las 3 Denominaciones de Origen murcianas

HISTORIA DE LA DOP JUMILLA

La Denominación de Origen Jumilla posee una tradición vinícola importante desde siglos pasados. Ya desde la romanización hispánica, la vid era cultivada en este territorio.

En Jumilla se han encontrado los restos de vitis vinífera más antiguos de Europa (año 3.000 a.C.), así como utensilios y restos arqueológicos, como los pendientes de oro íbero con forma de racimo de uva que están fechados en el siglo IV a.C. (la réplica de estos pendientes es la figura que el Consejo Regulador de la DOP Jumilla utiliza en los trofeos que entrega con motivo de los Certámenes de Vinos que se celebran en esta denominación).

Estos y otros hallazgos, han llevado a los expertos a cifrar en más de 5.000 años la antigüedad de la tradición vitivinícola de esta comarca que forma la DOP Jumilla.

Pero fue a mediados del siglo XIX cuando la plaga de la filoxera castiga amplios territorios europeos, sobre todo Francia; lo que motivó el despegue espectacular de la economía vitícola jumillana, con el aumento de las plantaciones de vid y un incremento significativo de las exportaciones de mosto al país vecino, lo que enriquecerá al sector agrario local.

Con el paso del tiempo, Jumilla se convertirá en una de las Denominaciones de Origen más antiguas de España, con reglamentación desde 1966. Desde principios del siglo XX funciona la Estación Enológica (hoy Laboratorio Regional Agrario y Bodega Experimental) que actualmente colabora con el Consejo Regulador.

HISTORIA DE LA DOP YECLA

La Denominación de Origen Yecla se encuentra situada en el norte de la Región de Murcia. Como particularidad esta Denominación está compuesta únicamente por un solo municipio que es Yecla.

Fue el 15 de mayo del año 1975, cuando el Ministerio de Agricultura concedió la Denominación de Origen a esta tierra y aprobó su primer Reglamento. Es a partir de este momento, cuando una lenta revolución promovida por pequeñas bodegas privadas y cooperativas que, con la utilización de nuevas tecnologías, comenzó la producción de vinos tintos de gran calidad.

Yecla recibe el vino de los fenicios y continúa su expansión en la época romana. Los restos arqueológicos encontrados en el paraje de la Fuente del Pinar nos muestran importantes estructuras relacionadas con la elaboración de vino durante la ocupación Romana datada entre los siglos I y III.

Son abundantes los viñedos que encuentran los árabes cuando llegan a estas tierras a partir del siglo VIII, se mantiene el cultivo por el consumo del fruto y del mosto sin fermentar. Es en el siglo XVI cuando encontramos los primeros datos de existencia de viñedos en la estadística general de España por Real Cédula y fue expedida en el pardo en 1575.

Aunque no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando los viñedos crecieron hasta ocupar todo su territorio actual. Esta expansión se vio favorecida por la llegada a la zona de los comerciantes franceses.

HISTORIA DE LA DOP BULLAS

La cultura del vino en la DOP Bullas es una herencia milenaria. El hallazgo de numerosos elementos arqueológicos en diferentes municipios de la DO, sitúan los inicios de la elaboración a más de 2.600 años de antigüedad. El Niño de las Uvas o el Sello del Castellar son dos ejemplos donde se representa la Vendimia y por tanto la tradición vitivinícola de estas tierras.

A partir del siglo XVI se produce la expansión del viñedo en el territorio de la Denominación de Origen Bullas, y ésta se convierte en una gran tierra vinatera.

Existe una gran tradición del vino entre la población del territorio DO Bullas, la cual se fue incrementando como demuestra la presencia de una gran cantidad de bodegas tradicionales en casas tanto en el campo como urbanas. Tal es el caso de la antigua bodega situada en la actual sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bullas, que presenta una colección de tinajas tal, que induce a datar la bodega del siglo XVIII o incluso anterior.

Se aprecia un cambio en la tecnología, y una apuesta por la calidad y la producción principalmente en el siglo XIX con la transformación del viñedo local saltando del regadío a las tierras de secano y consolidando su reconocimiento entre los vinos de la comarca. Pero la expansión del último milenio fue frenada a finales del siglo XIX como consecuencia de la llegada de la filoxera, que alcanzó el territorio de la DO Bullas allá en el año 1894 y de donde surgirían un Sindicato y Cámara Agraria, formas de asociación de los viticultores para combatir la situación. Los agricultores tuvieron que arrancar las plantas contagiadas y repoblar con vides americanas resistentes al insecto, pero se resistieron a cambiar a otros cultivos.

A partir del siglo XX ante la crisis a nivel mundial de la filoxera y los ataques de mildiú de 1933, aparece el deseo de perfeccionamiento de los vinos y el abandono de técnicas tradicionales, en pro a elaboraciones modernas de Vinos Finos. El asociacionismo de la época de los viticultores sería el germen de la creación de las dos grandes cooperativas vinícolas de la DO Bullas, que surgieron en la segunda mitad del siglo XX para compensar unos precios cada vez menos ventajosos. Esta revolución pronto requirió de la modernización de las bodegas e incluso la construcción de nuevas, lo que pronto sucedió.

La Denominación de Origen, finalmente fue concedida en el año 1994 por Orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Abarca los municipios de Bullas, Mula, Ricote, Cehegín, Pedanías Altas de Lorca, Caravaca, Moratalla y Calasparra.

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